. . . . .. . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

domingo, 21 de enero de 2018

Little Big Monster

Intenté taparlo, pero no había manera. No sabía cómo, ni en qué momento, pero se había hecho enorme. Era evidente que alguien le había estado alimentando a mis espaldas, o quizá lo hizo él mismo. En cualquier caso ahí estaba. Enorme, imposible de ignorar. No pudo esperar a que lo soltara y lo dejara libre porque para ello necesitaba un tiempo que tal vez no podría soportar. Mi pequeño y suave monstruito de pelo fino, fuerte y suave se había convertido en una enorme bestia cubierta de espinas, igual de finas, pero más agudas. Qué horror.

Se quiso acercar a mi, pero yo me alejé. Él no era consciente de su nuevo aspecto, solo me quería abrazar, como siempre que voy a verlo. No es el primero que tengo, he tenido muchos como él. Son dóciles e intensos -unos más que otros-,este concretamente, lo es demasiado. Y te diré más: no es la primera vez que aparece, aquella vez, yo era muy pequeña. Mi mejor amiga me había dado de lado sin razón aparente y entonces lo vi. Sin embargo, no me acerqué a él hasta el día que ella estaba con esas otras niñas. No me miraban bien y parecían comentar cosas. Cuando coincidí con su mirada, la de esa amiga con la que jugaba y me reía hasta hacía poco, me quedé impactada al contemplar su altanería. Supongo que cuando eres tan joven no sabes cómo reaccionar, ni lo sientes de la misma manera, eres inocente y no te lo esperas. Entonces él vino a mi lado y lo abracé sin contemplaciones. Me atravesó con sus agujas y yo lloré desconsoladamente hasta que no pude más. En aquella ocasión, él no había crecido aún, sin embargo, pude comprobar lo terrible que era sentirlo. Poco a poco, me acostumbré a su tacto dañino y supe que era necesario en mi vida. Desde entonces, ha tenido crías que se han ido yendo y también han aparecido otros como él.  Algunos se han quedado para siempre, pero son diferentes a este 'pequeño'. Creo que me han cogido cariño y por eso, por más que los libere, siempre vuelven y se quedan un tiempo conmigo. Cada vez se quedan menos, pero siempre, siempre vuelven.

Como iba diciendo, este pequeño se hizo grande de la noche a la mañana. Cuando se va, regresa algo más chiquitín porque nadie lo alimenta, por eso esta vez me ha pillado de sorpresa lo mucho que ha crecido. Supongo que no he querido darme cuenta... o que se ha sentido ofendido porque he tratado de ocultarlo y se ha comido todo lo que ha pillado... pero ¿qué podía hacer? A veces no soy capaz de aceptarlo y no voy a verlo. Sé que no tiene culpa de nada, pero simplemente no quiero y lo evito.

Me vi frente a él, en aquella habitación que parecía haber encogido y le miré con toda la valentía que pude. Mi bestia sobrealimentada se quedó quieta esperando a que hiciera el siguiente movimiento. Me acerqué lentamente, temerosa pero decidida, y toqué la punta de un aguijón. Sabía que lo que me esperaba sería espantoso, pero también que era hora de aceptarlo para dejar que se fuera antes de que destrozara la habitación y todo a su paso. Lo abracé y lo sentí como nunca. Ese Dolor era tan fuerte que no podía soportarlo. Tan intenso y tan letal que solo recordarlo me abruma. Estuve mucho tiempo así, tirada de rodillas y asimilando que lo que hacía era necesario. Poco a poco, el Dolor dejó de ser tan agudo, sus finas agujas que tanto daño me habían hecho en la garganta, en el estómago, en la cabeza y sobretodo en el pecho, se fueron ablandando hasta que quedó apenas un tacto ligeramente molesto. Y así, sin más, me miró satisfecho y se fue.

 *    *    *

 Este es el Dolor de la decepción,

¿alguna vez te ha dolido a ti?

Supongo que sí, ¿a quién no?

En fins, si tienes algo que decir, no te cortes y comenta :)

Gracias por llegar hasta aquí 

PD: La historia de la niña es inventada


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario :)